sábado, 19 de diciembre de 2009

PREGÚNTALE AL POLVO

En alguna parte de este blog dije que se debería decretar por ley iniciar cada día con un poema.
Lo que sigue no es un poema, o lo es en cierta forma por la manera en que está escrito.
Diré una cosa: es uno de los mejores inicios de novela que he leido. John Fante rules!!!
(A veces quisiera abundar más sobre los autores pero temo que desviaría la atención de lo que deseo mostrar.)


CAP I
Cierta noche me encontraba sentado en la cama de la habitación de la pensión de Bunker Hill en que me hospedaba, en el centro mismo de Los Angeles. Era una noche de importancia vital para mí, ya que tenía que tomar una decisión relativa a la pensión. O pagaba o me iba: es lo que decía la nota, la nota que la dueña me había deslizado por debajo de la puerta. Un problema relevante, merecedor de una atención enorme. Lo resolví apagando la luz y echándome a dormir.